Lo primero es aclarar qué significa BYOD o «Build Your Own Device». BYOD surge en el mundo empresarial donde habitualmente la empresa suministra un teléfono móvil con SIM para uso del empleado. BYOD surge cuando el empleado no usa este teléfono móvil si no que coloca la SIM en su propio dispositivo. Es muy habitual que el teléfono de bajas prestaciones suministrado por la empresa sea sustituido por un maravilloso iPhone de última generación.
El conflicto no surge con las llamadas si no cuando la empresa tiene varias aplicaciones corporativas como el correo electrónico de la compañía u otras aplicaciones específicas. El departamento de IT suele soportar dichas aplicaciones pero solo en los teléfonos móviles suministrados por la empresa. A veces el empleado se las ingenia para instalar dichas aplicaciones por su cuenta y sin soporte y otras veces esa instalación no es posible con la consiguiente frustración del empleado.
BYOD surge como una tendencia adoptada por muchas compañías que buscan que las aplicaciones corporativas funciones en distintos dispositivos y no solo en los suministrados por la compañía si no también en cualquier terminal que pueda tener el empleado como otro teléfono más potente o una tablet permitiendo que el empleado se sienta más cómodo utilizando su dispositivo preferido.
Por este lado bien aunque es una coincidencia que esta tendencia esté teniendo bastante auge en estos tiempos de crisis cuando, probablemente, las empresas intenten reducir sus gastos suministrado terminales de pocas prestaciones forzando, de alguna manera, a que los empleados consideren comprar un terminal de altas prestaciones o un tablet para trabajar más cómodos.
Libertad de elección o ahorro de costes tendremos que esperar a que termine la crisis para comprobar si BYOD desaparece con ella o es algo que ha llegado para quedarse.