Los coches híbridos enchufables se muestran como los coches ideales y una transición lógica hacia el coche eléctrico puro. Tienen las ventajas de un coche eléctrico con una autonomía que, en los nuevos modelos, supera los 100 Km perfectamente válidos para los trayectos urbanos del día a día. Si hacemos un viaje largo o viajamos a un lugar donde no haya puntos de recarga podemos disponer del motor térmico para continuar moviendonos. También nos evita el estrés de que se nos agote la batería ya que siempre podemos seguir con el motor térmico.

Entonces ¿Cual es el problema? ¿Por qué no están siendo bien vistos últimamente? Intentaremos dar respuesta a estas preguntas en este artículo.
Desde hace unos años todos lo coches deben tener una conexión a través de la red móvil que comunica el coche con una central de comunicaciones del fabricante del vehículo. Esta conexión móvil tiene muchas ventajas: Permite realizar llamadas de emergencia desde el coche, incluso automáticas cuando el vehículo detecta una colisión. También permite manejar ciertas funciones desde una aplicación en nuestro teléfono móvil.
Pero, además de estas funciones, el vehículo transmite datos de utilización al fabricante que, finalmente llegan a organismos públicos. Y ¿Qué han descubierto estos organismos públicos? Que la utilización del coche en modo eléctrico es bastante más baja de lo que se esperaba y que habían vendido los fabricantes. Se han encontrado usuarios que no cargan nunca el vehículo y que siempre utilizan el motor térmico. Vamos, que han comprado un vehículo híbrido enchufable para aprovecharse de ventajas como subvenciones estatales, acceso al centro de las ciudades o aparcar en ellas más barato o gratis.
Estas razones han puesto a nuestros políticos en guardia y les han hecho pensar que, estos coches, no se están utilizando de la manera adecuada y que no se van a cumplir sus objetivos medioambientales. No se está pensando en eliminarlos pero se está pensando en fomentarlos menos o no fomentarlos de ninguna manera. Además, el precio no ayuda, estos vehículos son los más caros ya que tienen un motor térmico y uno o más motores eléctricos, aparte de los mecanismos mecánicos y electrónicos para que todos los motores funcionen en conjunto. Esto implica una complejidad que no tienen otros coches.
Y ¿Por qué no se utilizan de manera adecuada?
Antes de echarle la culpa a los usuarios debemos comprender las razones por las que, su utilización eléctrica, es menor de la esperada. Las razones son variadas:
- Tamaño de la batería: Los primeros híbridos enchufables tenía una autonomía de 40 Km que, en la realidad, se quedaba en algo más de 30 Km. Esta autonomía es claramente insuficiente para muchos trayectos. Sin embargo, los nuevo modelos, ya aportan una autonomía superior a 100 Km. Para no tener problemas en trayectos urbanos necesitamos una autonomía de 200 Km por lo que se ve que, los nuevos modelos, ya se van acercando a ese valor.
- Tenemos que tener claro que, la manera más cómoda de cargar nuestro coche eléctrico, es el cargador que tenemos en nuestra casa. La carga pública es un suplicio: Cargadores que no funcionan, una gran variedad de aplicaciones, algunas mal diseñadas, cargadores totalmente ocupados en días concretos. Yo mismo me considero una persona bastante interesada en utilizar mi vehículo en modo eléctrico y, en muchas ocasiones, me desespero luchando contra estos cargadores públicos.
- En un viaje largo la batería se agota rápidamente. El consumo es algo superior al consumo en ciudad, sobre todo cuando queremos hacer una conducción «agil», pero recorremos muchos kilometros. Esto hace que, aunque tengamos un coche eléctrico con una gran batería, tengamos que parar a mitad del camino. Esta parada puede ser de hasta 2 horas para recargar totalmente nuestra batería en un cargador rápido.
- No todos los lugares tienen una infraestructura adecuada de recarga. Las grandes ciudades suelen tener una buena infraestructura pero, cuando vamos a una pequeña población, la cosa cambia radicalmente. Si vamos a una zona montañosa o a un parque natural no es probable que encontremos un punto de recarga.
Los objetivos medioambientales suelen ser bastante ambiciosos y no suelen tener en cuenta todos estos factores. Los coches eléctricos generan una angustia en los usuarios cuando realizan viajes, angustia que no tienes con un coche híbrido enchufable. Los políticos deberían ser más conscientes de esta problemática antes de echar la culpa a los usuarios.
Y, nosotros, como usuarios ¿Qué podemos hacer?
Quitando el problema del mayor precio, que no tiene solución, comprar un vehículo híbrido enchufable es una decisión mucho más racional que la compra de un vehículo eléctrico. La mayor autonomía de los nuevos híbridos enchufables permite una mayor utilización cuando hacemos trayectos urbanos y, cuando hacemos un viaje, no hay que darle más vueltas, debemos utilizar el motor térmico y olvidarnos de la electricidad. Nuestro cerebro lo agradecerá.
La conducción eléctrica en ciudad es muy agradable pero, en los viajes, es mucho mejor disponer de un motor térmico. El rendimiento de un motor térmico en carretera es muy bueno, sobre todo en los motores diesel, por lo que, el consumo, no es muy elevado incluso con una conducción rápida. No es que los motores eléctricos no funcionen bien, pero el precio del KWh es muy elevado en los cargadores públicos (Entre 0,35 € y 0,50 € en un cargador rápido), y el consumo es superior y bastante proporcional a la velocidad. A eso tenemos que añadir la angustia por el miedo a quedarnos sin batería, esto no se suele mencionar, pero es bastante real.
Por lo pronto nuestros políticos no están pensando en prohibir los vehículos eléctricos enchufables ni en quitar las ayudas o subvenciones. Lo único en lo que se está pensando es en modificar el método WLTP para medir de una manera más precisa el consumo real de estos vehículos. Esto no será un problema gracias al aumento de la autonomía de los nuevos modelos. Para los vehículos hibridos enchufables de segunda mano tampoco será un problema ya que, cualquier cambio, no afectará de manera retroactiva.
Por lo tanto, nuevo o de segunda mano, un vehículo híbrido enchufable es una elección mucho más lógica que un vehículo eléctrico.





