Uno de lo elementos más importantes de un coche eléctrico no está precisamente en él mismo. Así como los coches normales necesitan gasolineras los coches eléctricos necesitan puntos de recarga.
Por sus propias características las gasolineras tradicionales no son las más adecuadas para añadir puntos de recarga para los coches eléctricos. Una gasolinera contempla que los coches estén en ellas unos cuantos minutos conectados al surtidor. Incluso en el mejor de los casos un coche eléctrico debe estar conectado un mínimo de media hora para conseguir una carga aceptable de su batería.
En este artículo veremos cuales son las distintas opciones de las que disponemos.
Punto de recarga
Cada vez más se está estandarizando el conector de estos puntos de recarga. El conector que se está imponiendo es el conector Mennekes que es el utilizado por marcas tan importantes como BMW, Tesla, Renault, Mercedes, Volkswagen, etc.
Actualmente se utiliza la versión 2 de este conector. Este conector no solo permite una carga de hasta 50 KW si no también la comunicación entre el punto de recarga y el coche eléctrico. Esto permite al coche conocer la máxima potencia que le puede suministrar el punto de recarga y negociar la carga óptima
Tiempo de recarga
Para calcular el tiempo que necesitamos para cargar nuestro coche debemos saber primero cuanto gasta. Aunque varía de un modelo a otro podemos considerar que un coche eléctrico gasta 20 KWh por cada 100 Km. Por lo tanto, si nuestro punto de recarga es de 5 KW necesitaremos 4 horas de recarga por cada 100 Km de autonomía.
Considerando el valor máximo de un conector Mennekes (50 KW) se necesitará 24 minutos (0,4 horas) por cada 100 Km de autonomía. A este ritmo normalmente solo se puede cargar el 80% de la batería. El ritmo de carga de una batería debe reducirse según se acerca la carga al 100% ya que, de otra manera, podría explotar.
50 KW es una potencia eléctrica bastante alta que exige una instalación industrial. Esto encarece no solo la instalación si no también el pago mensual que nos cobra la compañía eléctrica por la potencia contratada. La potencia más habitual que nos encontraremos será de menos de 10 KW. Con este valor necesitaremos 2 horas por cada 100 Km de autonomía.
Por lo tanto, como podemos ver que, el principal problema, es el tiempo que nuestro coche debe estar conectado al punto de recarga.
Puntos de recarga públicos
Esta será la opción para la inmensa mayoría de las personas. No todo el mundo dispone de un garaje en propiedad y la mayoría de las personas necesitará conectar su vehículo a un punto de recarga público. También será la solución cuando nos encontremos de vacaciones lejos de nuestra casa.
De pago
Estos puntos de carga están muy ligados al interés de los ayuntamientos ya que suelen estar situados en la vía pública o en edificios públicos. El sistema de pago suele estar patrocinado por estos ayuntamientos, aunque también suele haber convenios con empresas privadas que son las que lo gestionan.
Estos puntos de recarga suelen tener una potencia bastante alta de hasta 22 KW lo que permite cargar nuestro coche en menos de 1 hora por cada 100 Km de autonomía. Por el contrario, el precio suele oscilar entre 0,2 € y 0,5 € por cada KWh. En el mejor de los casos pagaremos 4 € para recorrer 100 Km lo cual sigue siendo un precio bastante aceptable. Si pagamos 0,5 €/kWh necesitaremos 10 € para recorrer estos mismo 100 Km, lo que nos pondría al mismo nivel que muchos vehículos de combustión.
Garajes públicos
Como parte del servicio los garajes públicos están ofreciendo puntos de recarga en algunas de sus plazas de aparcamiento. Al existir una contraprestación por el servicio el propietario del garaje puede destinar una parte del precio al pago de la electricidad gastada en la recarga permitiendo una potencia superior.
Aunque no se cobra un extra por la electricidad consumida esta solución tiene ventajas cuando realmente necesitamos utilizar este garaje público. No compensa de ninguna manera usarlo solamente para recargar nuestro coche ya que estaríamos pagando la electricidad a un precio bastante alto.
Puntos de carga gratuitos
Suelen estar ligados a centros comerciales, restaurantes, hoteles, etc. Como valor añadido se ofrecen puntos de recarga gratuitos disponibles para sus clientes. Normalmente suelen tener una potencia de 3,6 KW por lo que necesitaremos 5 horas y media por cada 100 Km de autonomía.
En algunos centros comerciales estos puntos de recarga están patrocinados por empresas automovilísticas que decoran el punto de recarga con sus logotipos. Este patrocinio se suele traducir en puntos de recarga con más potencia que puede llegar a 11 KW, o sea, algo menos de 2 horas por cada 100 Km de autonomía.
Puntos de recarga en el hogar
Es la solución más cómoda, aunque obliga a tener un garaje en propiedad. Este garaje es el lugar donde nuestro coche eléctrico estará la mayoría del tiempo permitiendo una total carga de la batería. Tendremos nuestro coche siempre cargado y listo con toda su autonomía disponible.
Estos puntos de recarga no suelen ser de carga rápida. Por un lado, un sistema de carga rápida exige una instalación industrial que suele salir bastante cara. Por otro lado, una carga más lenta es menos estresante para la batería y permite un llenado total.
Los sistemas más habituales suelen tener una potencia entre 3,6 KW y 7,2 KW lo que permite una recarga entre al menos de 3 horas (7,2 KW) y 5 horas y media (3,6 KW) por cada 100 Km de autonomía.
El coste suele estar entre 0,10 €/KWh y 0,15 €/KWh aunque, una opción que suelen ofrecer las compañías eléctricas, es una tarifa superreducida nocturna que suele ser de menos de 0,05 € por KWh. Recargando nuestro coche por las noches, con este precio, recorrer 100 Km nos costaría solamente 1 euro. Este precio es totalmente imbatible por cualquier otro medio de transporte, eso sí, sin contar el coste fijo que nos cobra la compañía eléctrica que es proporcional a la potencia contratada.