Este Viernes el regulador alemán Bundesnetsagentur ha publicado la adjudicación final de nuevas frecuencias para la telefonía móvil en Alemania. Este proceso es muy indicativo del modo en el que los gobiernos de algunos países intentan sacar el mayor beneficio posible de algo tan intangible como «el aire».
Esta adjudicación se ha realizado mediante una subasta que ha tenido 181 rondas distribuidas en 16 días. Antes de entrar a comentarlo hagamos un pequeño resumen del resultado:
Telefónica Deutschland o «O2» tendrá que pagar 1,198,238,000 € por:
2 x 10 MHz en la banda de 700 MHz
2 x 10 MHz en la banda de 900 MHz
2 x 10 MHz en la banda de 1800 MHz
Telekom Deutschland GmbH o «T-Mobile» pagará 1,792,156,000 € por:
2 x 10 MHz en la banda de 700 MHz
2 x 15 MHz en la banda de 900 MHz
20 MHz en la banda de 1500 MHz
Vodafone GmbH deberá pagar 2,090,842,000 € por:
2 x 10 MHz en la banda de 700 MHz
2 x 10 MHz en la banda de 900 MHz
2 x 15 MHz en la banda de 1800 MHz
20 MHz en la banda de 1500 MHz
En total más de 5 billones de euros que ingresará el gobierno alemán para que las operadoras de telefonía móvil puedan incrementar su capacidad en la tecnología LTE. Esta cantidad es el doble de lo que esperaba el mercado y una cantidad no justificable por el negocio de las operadoras en Alemania.
Los adjudicatarios son tres de las cuatro grandes operadoras a nivel mundial. Son las que están presentes en un gran número de países y las únicas que pueden afrontar estos pagos ya que, obviamente, el dinero puede salir del beneficio que se obtiene en esos otros países donde operan.
Sin entrar en la justicia o injusticia de este modo de proceder es evidente que las adjudicaciones de este tipo ahondan en el proceso actual de concentración del mercado de las telecomunicaciones con cuatro grandes grupos operadores: Telefónica, Vodafone, Telekom Deutschland y France Telecom, y tres grandes grupos de proveedores de equipos: Ericsson, Huawei y Nokia.
Solo estas grandes empresas pueden afrontar las grandes tensiones actuales con precios a la baja pero con costes crecientes debido al coste de las licencias, la rápida evolución de la tecnología y la fuerte competencia.